22 de junio de 2015

WELCOME SUMMER

Mi estación preferida, de siempre, ha sido el verano. Nací en verano y jamás supuso para mí un problema no poder celebrar con mis amigos del cole mi cumpleaños; ya que por esas fechas solía estar en el pueblo de mi madre rodeada de un montón de primos, família y amigos que hacían, aún mejor si cabe, ese día.

La primavera mola, es verdad...pero el verano es el rey; al menos para mí, y teniendo en cuenta que ayer mismo entramos en la estación de la luz y el calor no podría estar más contenta.




Sé que habrá muchos de vosotros que estéis pensando, pues para mí el verano significa mosquitos y sudor, y no os voy a quitar la razón, porqué, por desgracia, así es...sin embargo me voy a permitir enumeraros algunas de las cosas, motivos y razones por los que yo podría vivir en un verano infinito sin ningún tipo de problemas ;)

1- El Calor.

A mí también me da mucho gustito a principios de otoño eso de quedarme una tarde de lluvia acurrucada en el sofá, con una mantita o salir a la calle, enrrollarme mi bufanda XXL al cuello o pasear con un café calentito entre las manos; pero ese "gustito" me dura un par de semanas o como mucho un mes si el otoño es clemente y regala días de medio primavera. Después, el andar encogida por la calle del frío, el llevar trescientas capas, el tener que combinar un mínimo de diez prendas (las he contado y no he incluído los accesorios), el entrar en los sitios y no notar la nariz durante los primeros diez minutos, el que los cajones de la ropa con 5 jerseys ya estén llenos, y un sinfín de cosas más hacen que entre en depresión. 
Todo lo contrario en verano. 




2- La luz.

¿Por qué cuando estamos enfermos empeoramos por la noche y a la que empieza a clarear es automática la sensación de alivio? Pues porqué la luz es vida, ni más ni menos. Yo soy de las que puede dormir con luz tranquilamente, es más, no me gusta despertarme en total oscuridad y no saber si fuera ha amanecido o no, y adoro la sensación de empezar a cenar con luz y poco a poco ver anochecer. Aunque los días siguen teniendo 24 horas al tener más luz nos sentimos más enérgicos y con ánimos y fuerzas de hacer muchas más cosas por lo que la horrible sensación de agobio y cansancio que suele perseguirme en invierno, en verano desaparece y a mí que hay pocas cosas que me hagan más feliz que un día productivo, pues eso ¡me encanta!

3- Las comidas buenas, bonitas y fáciles.

Que conste que de las pocas cosas que echo de menos durante el verano son los guisos de lentejas que acostumbro a cocinar entre una y dos veces por semana durante el invierno; sin embargo prefiero mil veces la infinidad de ensaladas y platos ricos y súper fáciles que se pueden cocinar en los meses de calor con las verduras y frutas que mamá tierra nos regala. Los que me seguís en Instagram ya habréis visto alguna fotito que otra durante la preparación de algunos de estos platos. En realidad no os podría dar la receta de casi nada porqué en mi caso casi todo es improvisado; y es que si algo me mola de la cocina de verano, yo que soy una negada para seguir recetas complicadas, es que con lavar, cortar y aliñar es suficiente. Es difícil hacer una combinación de verduras y frutas que no peguen; está claro que hay algunas combinaciones perfectas, pero malas lo que se dice malas, yo todavía no conozco ninguna.




¡Y eso por no hablar de las meriendas sanas y los batidos de frutas!

4- Lo fácil que es cambiar las sábanas en verano. 

Aunque Ikea y nuestros vecinos del Norte de Europa nos han facilitado las cosas con eso del edredón nórdico yo cada vez que tengo que cambiar las sábanas y la funda nórdica en invierno me dejo la espalda. A lo mejor soy yo que lo hago mal, no digo que no, pero ¿ y la gozada que da  tener solo que poner una bajera y una sabanita encima con las fundas de almohada a conjunto?




5- Tener la casa ventilada constantemente

En verano las ventanas de casa siempre están abiertas. Ahora resulta un pelín estresante porqué en nuestro caso las ventanas son puertas de terraza y Lucas en cuanto las abrimos quiere salir fuera y no volver a entrar.

En invierno, en cambio, ventilamos a trozos, ahora la habitación, ahora el salón, ahora el baño... y un máximo de 15 minutillos al día, por que si te la dejas abierta todo el día..agüita al volver a casa por la tarde; Ice Age en el salón.

6- La flexibilidad de horarios de los peques de casa.

Durante el invierno la luz y el frío condicionan muchísimo el ritmo vital con un pequeñín en casa ya que es mejor evitar los sitios cerrados y multitudinarios por los famosos virus y evidentemente tenerles jugando fuera hasta tarde con 5 graditos, pues como que no... seguramente no tanto por ellos, que les da igual y no notan nada, sino por los pobres padres, abuelos o quien sea que les acompañen que o se ponen a dar botes con ellos para entrar en calor o entran en modo pingüino en seguida.

7- El aire libre

Poder pasar un día entero al aire libre es un privilegio. Claro que invierno también se puede, pero o estás practicando algún deporte que te mantenga en movimiento, o estás trabajando (si tu trabajo se desarrolla al aire libre) o tienes que ser un turista con mucha gana de no perderte nada, porque no nos engañemos; hasta las personas que prefieren el frío al calor, en días de frío, viento y lluvia agradecen hacer paraditas en bares, o pasar una tarde tumbados en el sofá. En verano no conozco a nadie que prefiera sofá a terracita y aperitivo la verdad.

8- Los amaneceres y los atardeceres.

En realidad este punto iría relacionado con el de la luz. Para mí, los amaneceres y los atardeceres de verano son únicos (aunque ya sé que esta opinión mía levantará ampollas y hará poner el grito en el cielo a muchos de vosotros)




9- La música que sale de las ventanas.

¿No os pasado nunca estar paseando por la ciudad, una tarde de domingo, horario sobremesa, calma total alrededor, y oir de repente la música que sale de alguna ventana por allí cerca? Para mí eso siempre ha sido algo increíblemente inspirador ya que no puedo evitar intentar imaginar por unos instantes, quien vive allí, como es o que está haciendo en base a la música que esté escuchando.




10- Las vacaciones.

Tener más tiempo para estar en família, ver a los que durante el año a lo mejor no vemos por la distancia, descubrir lugares nuevos, que amigos te vengan a visitar porqué el lugar en el que vives mola mucho más con calor que con frío, olvidar el despertador, eliminar los horarios y dejar que la anarquía (la justa eso si) invada tu vida y la de tu família durante algún tiempo, concederte caprichos... y así podría seguir hasta cansarme.

Y como no quiero aburriros aquí lo dejo; espero que celebréis el solsticio de verano como se merece y que disfrutéis de las cosas buenas de esta estación como de todas las demás.

Fuentes: Pinterest. El Periódico



2 comentarios:

  1. Estoy contigo, el verano es la mejor época del año, aunque normalmente es cuando más trabajo. Pero este lo tengo un poquito más libre así que lo aprovecharé para cuando no puedo :)

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  2. Anónimo6/23/2015

    Aunque a mi me gustan todas las estaciones, reconozco que la vida en verano es mucho más fácil, sobretodo si tienes hijos y vives en un país nórdico donde para salir a la calle en invierno hay que vestir a los niños de astronauta. Por eso me fastidia cuando la gente se queja del mucho calor que hace y luego del frío y la lluvia. Si tuviésemos que escoger una estación única para todo para todo el año, dudo que alguien escogiese el invierno.

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