15 de octubre de 2014

ANTES Y DESPUÉS

Cuando una se convierte en mamá es obvio que muchas cosas cambian, desde las más evidentes hasta las más insospechadas (efectos colaterales). De hecho podrían ser muchísimas las cosas de las que os podría hablar y que han cambiado respecto a como eran, o como las hacíamos, antes y después de Lucas. 

Conforme pasan los días, y los meses, una se va a costumbrando a esa nueva realidad, a los nuevos horarios, los nuevos ritmos y a las novedades en general.

He conseguido acostumbrarme al hecho de  ducharme con público, a tener que cantar y explicar en voz alta cada cosa que hago para entretener al peque; ya no me parece extraño encontrarme restos de galletas y ganchitos por la ropa y el pelo, ni me sorprende conseguir preparar la cena con Lucas sentado en mi cadera en plan koala, o modalidad perrito cogido a mi tobillo; y así la lista podría llegar a ser muy pero que muy larga. Sin embargo, sigue habiendo una cosa a la que todavía no he conseguido acostumbrarme, y es el hecho de haber pasado de un mini bolso bandolera donde metía las cosas estrictamente necesarias para salir, a un maxi bolso que, a pesar de seguir llevando lo necesario para mí, ha pasado a pesar entre 3 y 5 kgs.

Y como una imagen vale más que mil palabras; aprovechando un paseíto de los hombres de la casa, aquí tenéis una comparación entre lo que hubiese contenido mi bolso hace más o menos un año, y lo que contiene actualmente.

ANTES

A continuación os muestro una foto del tipo de bolso que acostumbraba a usar antes de Lucas y lo que éste contenía.



  1. Bolso bandolera de Bimba y Lola.
  2. Crema de manos Boots.
  3. Cascos Iphone.
  4. Llaves de casa.
  5. Llaves del coche.
  6. Kit emergencia ( touche Eclat YSL, colorete y brillo Chanel)
  7. Cacao Carmex.
  8. Monedero Coccinelle
  9. Pañuelos.


DESPUÉS

Y aquí os dejo la foto del tamaño que tienen que tener, como mínimo, los bolsos que utilizo ahora para poder contener todas las cosas "imprescindibles" para salir a dar una vueltecita.




  1. Bolso XXL de piel. Éste en concreto me lo hizo un artesano por encargo.
  2. Cascos Iphone.
  3. Llaves de casa.
  4. Llaves del coche.
  5. Mini crema de manos L'Occitane. He tenido que reducir el tamaño drásticamente por cuestión de espacio y peso, como cuando viajas a la otra punta del mundo pero en mi caso sólo para ir a comprar el pan
  6. Cacao Carmex.
  7. Pañuelos
  8. Gorrito para Lucas "just in case". Lo mismo es aplicable a la chaqueta.
  9. Biberón de agua para Lucas
  10. Galletitas, ganchitos, tortitas de arroz Hipp o lo que se tercie para Lucas.
  11. Toallitas limpiadoras para Lucas.
  12. Chupete Lucas
  13. Juguetes Lucas. En la foto he puesto sólo tres pero os aseguro que en mi bolso se ha quedado el resto de la panda.

Es increíble como cambian las cosas y lo que se relativiza en base a la realidad y las exigencias própias en cada momento. 
Hasta hace un año me daba pereza cambiar de bolso porqué pensaba que tenía que mover mucha cosa y no hubiese salido a la calle sin mi kit de emergencia. Actualmente, cambio de bolso constantemente en base a los "por si acaso" que tenga que llevar, y mi kit de emergencia se ha reducido a la crema de manos y el cacao de labios,¡y tan feliz! 

Y es que todo se reduce a una cuestión de prioridades.


2 comentarios:

  1. Anónimo10/15/2014

    Debe de ser muy duro prescindir de todas tus prioridades necesarias a pasar a un segundo plano.
    Lo de ser mamá ,me parece muy sacrificado, pero seguro que merece la pena : no? Moon

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En realidad el cambio se produce de manera tan natural que es un buen día, y de la manera más tonta, que te das cuenta de que el peque ha ido cogiendo cada vez más espacio. Y por supuesto que merece la pena, absolutamente TODO ;)

      Eliminar