UN CAIMÁN AZUL

Lo de no tener a mis sobrinos cerca (viven en Viena) y no poder disfrutar de ellos todo lo que a mí me gustaría hace que, cada vez que se acerca una fecha señalada, me coma mucho el coco para encontrar un regalo especial, diferente y que, sobretodo, con el tiempo recuerden con cariño y les haga pensar en su família de Italia.

Han sido varios los regalos y todos y cada uno han sido pensados y comprados con el más absoluto convencimiento de que les iba a arrancar una sonrisa y hacer felices, aunque sólo fuese por un breve periodo de tiempo.

Uno de los que recuerdo con más cariño, y que más me excitaba la idea de darles y verles la carita, fue un cuento personalizado, en el que ellos tres eran los personajes principales; pero ellos tres de verdad, no tres personajes con sus nombres, sino tres personajes con su cara, su ropa y sus nombres.

Los autores de dicha maravilla son el equipo de Un Caimán Azul  que tuvieron la buenísima idea de realizar una serie de cuentos personalizables en los que el o los protagonistas podían cambiar en base a las necesidades del cliente.

En el catálogo de cuentos tienen varias propuestas para acontentar a todo el mundo, a los que quieren un cuento con un sólo protagonista, o a los que, como en mi caso, querían que fuesen dos o más los personajes a personalizar.

Cuando contacté con ellos para hacer el cuento para mis sobrinos, fueron súper amables; me pidieron dos o tres fotos de cada niño, a poder ser con alguna prenda a la que el niño le tenga especial cariño o con algún juguete o muñeco que él o ella identifique de manera particular y por supuesto el nombre de cada uno de ellos. Al vivir en el extranjero les pedí si podían enviar el regalo directamente a casa de mi hermana y no pusieron ninguna objeción.

Los personajes son realizados a mano y el nombre del o de los niños es incluído no sólo en la historia sino también en la portada.

Evidentemente ya tengo pensado encargar el cuento personalizado para el pequeño Lucas, sólo estoy esperando a que tenga una carita y unos rasgos algo más definidos, ya que con un añito todavía es difícil sacarle particularidades especiales. Pero me hace muchísima ilusión regalarle uno a él también y es que el resultado es un libro especial, un cuento con un protagonista único y os aseguro que ver la cara de emoción de los peques al verse y reconocerse en las páginas del libro no tiene precio, y es que ¿a quén no le gustaría ser el prota de un cuento?